«La crueldad como política de Estado»: el contundente análisis de Marina Llao tras el triple femicidio

En su columna de análisis socio-político y de género, Marina Llao abordó con profunda crudeza y contundencia el triple femicidio de Brenda, Morena y Lara, un hecho que considera un punto de inflexión. Desde el inicio, planteó que este crimen desnuda la realidad de una sociedad donde «se está resquebrajando algo» y donde «se fue desvaneciendo la fuerza de un relato que hasta aquí gobernó en nuestro inconsciente colectivo». Ante la magnitud de la tragedia, confesó: «estoy haciendo un esfuerzo importante porque si no nos hundimos en el mar de la tristeza. Es un día para estar triste, me parece que no hay otro tema que no sean estos tres nombres».

Llao insistió en que este «triple narco-femicidio» requiere un análisis profundo por la complejidad de su entramado. Señaló con firmeza la responsabilidad del Estado y de las políticas actuales: «el retiro del Estado frente a ciertas circunstancias deja en manos de los narcos y eso lo venimos diciendo, lo venimos sabiendo». Criticó la prioridad del gobierno, afirmando que «mientras tenemos funcionarios muy preocupados por el riesgo país y cómo seguir endeudándose, la criminalización de nuestros sectores más populares va cayendo en desgracia». Subrayó que esta situación no es nueva, pero se exacerba: «no es que cuando estaba fulanito no pasaba nada», pero antes existían «paliativos» como «la fortaleza de los comedores populares» que hoy ven sobrevivir ante problemáticas que se recrudecen.

La analista explicó por qué este caso particular funciona como «una gota que colma un vaso». Aportando su perspectiva de una provincia fronteriza, sentenció: «hace rato que Salta es Ciudad Juárez». Destacó que la narcocriminalidad introduce una variable aberrante: «el ensañamiento, como una variable aberrante, porque es el ensañamiento con el cuerpo de nosotras, con el cuerpo de las mujeres, para dar un mensaje de crueldad y violencia». Este sadismo narco y machista, comparable para ella con las prácticas de la dictadura, se perpetúa en la violencia comunicacional cuando «se las trata de malas víctimas porque ejercían la prostitución, porque no eran buenas hijas».

Para Llao, este hecho se enmarca en una «estatalidad de política de la crueldad» impulsada por el gobierno actual. Afirmó sin dudas: «este vínculo explícito que tiene este gobierno con el narcotráfico, donde lo ha considerado siempre un actor relevante (…) tiene como característica la crueldad como política de Estado, esto es el fascismo de hoy». Frente a esto, llamó a abandonar la pasividad: «esto ya merece una justa ira, una actitud defensiva y dejarnos de pelotudear con la esperanza que ojalá las cosas cambien».

Extendió su análisis a la situación de la juventud, vinculando el crimen con una crisis de salud mental y desesperanza. Citó estadísticas alarmantes: «hoy el suicidio es la principal causa de muerte en chicas de 10 a 19 años». Planteó que el entorno narco es para muchos jóvenes su cotidianidad: «eso es la cotidianidad, no conocen otra cosa». Esta realidad desesperanzadora es, en su mirada, el equivalente contemporáneo a los centros clandestinos de detención: «hoy un centro clandestino de detención ilegal es vivir en una villa, es estar atrapado por el narcotráfico».

Finalmente, Marina Llao hizo un llamado a la acción colectiva, inspirándose en la lucha de las Madres de Plaza de Mayo. Sostuvo que «la esperanza está fallando como estrategia de defensa» y que es necesario activar mecanismos de defensa propia. Para Brenda, Morena y Lara, pidió «más que justicia, mucho más que justicia». Exigió «una reforma profunda del estado de situación», que implica «otra justicia pero también otro gobierno, otra forma de estatalidad» y «sacarle el territorio a los narcos». Concluyó alertando sobre las complicidades que permiten al narco operar: «la ruta del dinero llega, tiene terminales en funcionarios judiciales, funcionarios políticos, funcionarios policiales», y con un diagnóstico terminal: «es un gobierno de mafiosos y de contrabandistas, esto es fascismo».